El kirchnerismo dejó al desnudo cuál es, y será, su política hacia el
Poder Judicial: los fallos que favorezcan al Gobierno, serán
respetados. Los demás, serán rechazados y sus jueces perseguidos.
Lo
dejó en claro el jueves el equipo de funcionarios que se paseó por los
medios oficialistas para cruzar el fallo de la Sala I de la Cámara Civil
y Comercial Federal, que prorrogó la medida cautelar que suspende la
aplicación de dos artículos de la ley de medios.
El más
verborrágico fue el ministro de Justicia, Julio Alak. En el programa
ultrakirchnerista 678, el ministro, que el día anterior había hablado de
“alzamiento judicial” si la Cámara fallaba contra los intereses del
Gobierno, dijo que la sentencia “establece prolongar la cautelar que, ya
la Corte de la Nación dijo que fenece mañana (por el 7 de diciembre) y
esta Cámara ha contradicho en forma palmaria”.
Pero el fallo de la
Corte del 22 de mayo pasado dice expresamente que el plazo de la
cautelar podría ser “revisado”. Y el fallo del 27 de noviembre dejó en
claro que la prórroga debía resolverla la Cámara y no la Corte.
Alak dijo que los jueces del fuero Civil y Comercial Federal estaban denunciado, por el Gobierno, penalmente. El Ejecutivo logró que se apartaran de la causa diez magistrados:
a muchos de ellos los denunció, pero no porque, de modo súbito, hubiera
descubierto que magistrados hasta ayer intachables se habían convertido
en delincuentes. Hernán Ordiales, consejero kirchnerista en la
Magistratura reveló ese mismo jueves 6 que el Gobierno había recusado a
todos los jueces porque: “Existían fundadas sospechas de que la Cámara podía llegar a prorrogar la cautelar que vence este viernes” (por el 7 de diciembre).
Alak
pareció tender un puente hacia el juez de primera instancia, Horacio
Alfonso, que debe decidir sobre la cuestión de fondo. Dijo en 678:
“Alfonso no es un juez electo con papelitos, como fue electo el doctor
Tettamanti (recusado por el Gobierno) o el doctor Carbone.
Cuando un juez dicte sentencia, que nosotros consideramos que es ratificar la constitucionalidad (...) ahí las cautelares caen todas”.
Como
si pudiera anticipar el fallo de primera instancia, Alak avanzó más
para poner blanco sobre negro, las intenciones del Ejecutivo: “La
esperanza ¿cuál es? Quedan pocos días para que se dicte la sentencia de
fondo, de constitucionalidad. Y esperamos que la sentencia de fondo
recepte claramente lo que ha dicho el Congreso de la Nación con amplia
mayoría y dicte la constitucionalidad de esta norma para que caigan
estas cautelares eternas y para que la voluntad popular expresada en ley
se pueda llevar a la práctica”.
Después de dejar instaurada una
nueva división de poderes en el país, que impide al Poder Judicial
revisar una ley del Poder Legislativo porque es voluntad popular, Alak
habló para la Corte Suprema, a la que iba a llegar el día siguiente el
recurso de per saltum para que anulara el fallo de la Cámara Civil y
Comercial Federal: “No creo que la Corte, no se pueden saber los plazos,
se dilate demasiado. Creo que estamos muy cerca, muy cerca, de que
el juez competente, el juez natural, el juez de la ley, pueda dictar la
constitucionalidad del 161”.
Ayer, el senador kirchnerista Marcelo Fuentes amenazó con un jury a los camaristas que fallaron el jueves.
Fonte: Clarin
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